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Entrevista a Gonzalo Catalani

"El momento de dejarme ser"

Clases de actuación para niños, adolescentes y adultos en el Teatro Nacional Rosario a partir del 3 de Marzo

Escribe: DAVID REY

A Gonzalo Catalani le sobra entusiasmo para llevar adelante una empresa de esta naturaleza. Con treinta y cuatro años derrocha juventud y ganas de ser profesor y alumno a la vez, es decir, de enseñar a actuar y de mantener las propias aspiraciones artísticas al respecto. Niños, adolescentes y adultos ya han comenzado a embarcarse en este nuevo proyecto del Teatro Nacional Rosario (Córdoba 1331).
      "Mi conexión con el teatro fue el viejo y querido 'vi luz y entré'", confiesa Gonzalo al referir los inicios antojadizos de aquella vocación actoral que hoy consume todas sus horas, y que seguramente será igual a la de miles de actores y actrices. En adelante, un mundo nuevo se abriría ante sus ojos. "Llega un momento en que el teatro te abre la cabeza y decís '¡Epa! ¡Esto es lo que quiero!'".
 


     Aunque comenzó a estudiar en Rosario, es egresado de la Carrera de Actor Nacional en el I.P.R.A. (Instituto Privado “Roberto Arlt”, Buenos Aires), continuó su formación en el IUNA (Instituto Nacional del Arte, Buenos Aires) y se perfeccionó con infinidad de cursos y seminarios de dirección, dramaturgia, pedagogía teatral, etc. Y hoy se anexa definitivamente al Teatro Nacional Rosario nada menos que como profesor del Curso Anual de Teatro, cuyo comienzo está datado para el 3 de marzo y no requiere para el aspirante ningún tipo de experiencia previa.

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     ¿Qué busca una persona al momento de abocarse al teatro?
     Es muy amplia la respuesta… Tenés quien quiere formarse técnicamente porque quiere ser profesional en la materia; tenés quien quiere tener un grupo de pertenencia y siente que es una forma de abordar socialmente algo propio; hay gente que solamente viene por inhibiciones y quiere sacarse sus temores; tenés casos de gente que como la novela no está a esta hora y al tener la tarde libre elige esto para pasar el tiempo. Pero generalmente la gente viene porque lo tenían relegado desde hace tiempo y dicen “creo que llegó el momento de dejarme ser”. Y la mayoría, como decimos, por una formación técnica.
     También tenés el que viene porque tiene un sueño de ser famoso…
     ¡Están en su justo derecho! 
     ¡Pero por supuesto! ¡Todo es válido!
     Cuando vos te acercaste al teatro, ¿cuáles eran tus ingenuas perspectivas?
     Sinceramente, no sabía. Mi conexión con el teatro fue el viejo y querido “vi luz y entré”. Yo iba caminando por la calle, vi un teatro abierto y entré a preguntar.
     Entonces, ¿qué te mantuvo ligado al teatro tanto tiempo?
     Jamás lo sabré todavía. Por supuesto que había en mí una chispita interna de pretender ser conocido… Siempre es así. Sí, cuando ya estaba en Buenos Aires – en donde realicé toda mi formación – y fui al Conservatorio, se te abre la cabeza y decís: “¡Apa! Esto es el teatro. ¡Esto es lo que quiero!”. 
     ¿En qué van a consistir las clases?
     En realidad, por una cuestión lógica y pedagógica los grupos van a estar divididos en niños por un lado – de siete a doce años –, adolescentes – de trece a dieciocho – por otro y así mismo con los adultos. Va a ser una clase por semana; los niños y adolescentes de una hora y media y los adultos de dos horas. Los miércoles, con horarios de cinco a seis y media los niños; de seis y media a ocho los adolescentes y de veinte a veintidós los adultos.
     No te puedo hablar de un ejercicio puntual, pero sí de la dinámica de las clases. Las clases siempre van a comenzar con una disponibilidad corporal para empezar a conocerse a sí mismo y al cuerpo; vamos a trabajar netamente, clase a clase, en un contenido determinado, con los correspondientes ejercicios y finalmente buscar un lugar de reflexión y debate para pensar sobre lo trabajado. Siempre les digo a los alumnos que nunca se queden con una duda y que no se vayan de la clase sin saber bien qué es lo que hicieron.
     ¿Qué es lo que va a aprender quien participe del curso?
     Yo siempre a mis alumnos les digo lo mismo. Todo depende de cada uno. La clase va a ser la misma para todos, aunque los contenidos van a variar para cada grupo. La clase se va a dar con una gran fundamentación técnica. Cada uno se va a llevar lo que cada uno quiere.
    
Hay mucha gente que viene al teatro para desinhibirse.
     Es que uno lleva una gran mochila social que nos imponen ya desde el parto. Entonces, te vas formando en base a ciertas convenciones… El teatro te permite volver a ser quien sos vos en realidad.
     El gran secreto está en desconectarse un poco y pasarla bien.
 



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